La mañana del jueves 14 de julio en el municipio de Candelaria, en Lempira, al sur-occidente de Honduras, un municipio lejano, tan lejano y olvidado por las autoridades, que parecería que los crímenes políticos no llegarían tan lejos. Esa mañana fue asesinado a balazos el periodista Geremias Orellana de 26 años, mientras conducía su motocicleta. El Sacerdote del municipio de Candelaria dijo lo siguiente: “Geremias lo único malo que hizo fue abrir los espacios de la radio para la misa, el noticiero y otros programas de la Resistencia para denunciar las atrocidades que se cometen en el sur de Lempira”. Con Geremias, ya suman 14 los periodistas asesinados después del GOLPE DE ESTADO. 14 asesinatos que se convierten solo en estadísticas, pero estadísticas que avalan el cinismo y el puño firme lleno de sangre contra el pueblo de parte de Porfirio Lobo y Roberto Micheletti, ambos, junto a otro grupo, son y han sido dictadores silenciosos y culpables de una violencia invisible contra un
"The Homeless"; historias fuera de las 'zonas de confort'.