Muchas veces se ha dicho que se vive un momento histórico, que la juventud es la llamada a ser la protagonista de la lucha social. Pero realmente pocos momentos en la historia presentan las características actuales con el punto de quiebre del sistema capitalista y sus políticas neoliberales impulsadas a finales del siglo pasado, creando una gran brecha entre las diferentes clases sociales, y obligando a las clases bajas a: Dejar los sistemas educativos para poder sostener sus estómagos. Porque esto no solo sucede en Honduras, exactamente los mismo pelean los y las estudiantes en Chile, movilizando hasta a 200, 000 personas. Esta es una cruzada mundial en la cual los jóvenes no esperamos invitación y hemos tomado el protagonismo. Privatizando toda institución del gobierno y cada aspecto de la vida diaria de las personas; atándolas a un salario y encadenándolas a la servidumbre moderna. Vivir en la completa inseguridad con la complicidad del estado, dejando que el gobierno imperialista e intervencionista de los Estados Unidos mande armas y entrene a grupos de crimen organizado, además de profundizar en el desarrollo y arraigo del narcotráfico por toda Latinoamérica; lazando medidas encaminadas a cobrar más impuestos y recortar derechos laborales del sector asalariado con políticas que únicamente son paliativos que polarizan más la situación del país. Creer en un gobierno mentiroso, traidor, afianzado en las armas, sin planes estructurales de desarrollo; un gobierno que es el designio de los grupos económicos de poder; gobierno que únicamente son viles cucarachas del Departamento de Estado gringo o de la CIA y el Pentágono. Un gobierno salido impune de un Golpe de Estado, del cual todavía tenemos el sabor a sangre en los labios. Obligándonos a ver, consumir y reproducir una idiotizante cultura basada en el lucro, el egoísmo, el bienestar propio, el machismo y la destrucción total de toda irreverencia, locura y rebeldía. Hoy vivimos en una burbuja creada por el sistema para alejarnos de nuestra humanidad y de los problemas sociales. Y hasta las mismas personas que dicen luchar por un cambio social tienen las mismas prácticas y costumbres contra las que luchan. Dicen Abajo el Imperialismo, pero luego se van a beber una Caca Cola. ¡Por favor! Realmente vivimos un momentos histórico inigualable, y además, liderado por la juventud. Lo vemo en España, en Chile, en Grecia, en Irlanda, en Inglaterra, en Colombia, en ¡HONDURAS! Y en muchos países más. Demostremos que no únicamente en las calles somos buenos, y abofeteemos a los gobiernos con propuestas sólidas de integración social.
La Revolución es De-Mente - Frente Revolucionario Artístico Contra-Cultural.
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