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Así conocí al maestro de Bruce Lee y Jackie Chan; mientras buscaba trabajo en China


Tian'anmen Square, o Plaza de Tian'anmen, Beijing.

Pekín.- Los siguientes días me dediqué a seguir buscando más trabajos, más opciones que la de ser maestro de inglés. Para ese momento lo que me respondían en las escuelas me empezaba a parecer un tanto racista y no lo relacionaba únicamente con el acento que tenía, pero para mi diario esta experiencia empezaba a ser muy interesante.

Siempre me preguntaban de qué país era; cuando les respondía, nadie parecía saber donde queda Honduras. “Centralamerica”, repetí muchas veces y la única palabra que recordaban era; “América”. Para la mayoría de personas con quienes hablé aquí, ‘América’ es Estados Unidos y nada más.

En algún momento encontré una oferta de trabajo como traductor de una empresa que para ese momento no incluía el nombre. Pedían traducir documentos a cuatro idiomas, yo hablaba dos de los cuatro que buscaban; Inglés y Español; los otros dos eran Urdu y Ruso.

Parecía algo más aterrizado que dar clases, porque para ese momento ya había tenido el ‘bajón’ de mi acento latino –tres meses después debo decir que me enorgullece-.

De hecho, dejé de interactuar con personas en inglés pensando que era cierto y a lo mejor no me entendían. Me cuestionaba si realmente yo podía hablar inglés.

Vale la pena decir que el acento de las personas que hablaban inglés en China, tampoco es muy bueno que se diga, pero en un país donde ellos eran los locales, el equivocado debía ser el ‘visitante’.

En fin, envié mi CV pensando en que iba a ser todo igual.

Eso fue al inicio de marzo. Tardaron quizá unos dos o tres días en responderme un correo en el que me remitían información general de lo que hacía la empresa –ahora si la nombraban “SK Group”-, lo que estaban buscando, y lo que ofrecían.

Describían a la “SK” como una empresa Sur Coreana que trabaja en diferentes sectores, energía, telecomunicaciones, etc.

Si mi interés seguía, era libre de enviar otro correo al responsable de Recursos Humanos de la empresa.

Aquí adjunto algunas cosas a tener en cuenta de ese primer correo:
En esta primera foto voy a pedir que se preste atención en el “English LanguageTeachers”, para quienes no puedan leer en inglés, les traduzco; mencionan que necesitan a estos maestros para enseñar a sus empleadxs chinxs a hablar y escribir en inglés.

En la tercera oración de ese párrafo mencionan; ‘para que el trabajo no sea tan difícil, ofrecerán un entrenamiento y cada persona tendrá a alguien que le apoye’, pero en la próxima oración, agregan algo interesante; “el entrenamiento solo empezará una vez que todo el proceso de contratación se culmine”, muy normal eso, ¿no?; pues sigamos la historia.

El siguiente contenido del correo era sobre información que a cualquier persona que busca un trabajo en el extranjero le gustaría leer. Eran el resto de cosas que ofrecían.

Para ese momento tenía mucha curiosidad, copié la dirección y pegué en otro correo, agregándoles que quería saber más y le di a ‘enviar’.

La Entrevista Laboral,

El 29 de febrero, un jueves entre las 3 y 5pm, hora de Beijing, me respondieron que les agregara en Wechat. Por ahí inició la conversación que terminó en una entrevista vía Skype un par de días después con un señor que jamás me dio su nombre, únicamente sabía que era el responsable de Recursos Humanos de dicha empresa. Por cierto, la entrevista fue a eso de las 5pm, el 6 de marzo.
Aquí su foto de perfil, y si, en la entrevista, que duró apenas un minuto, supe que si era él. La entrevista continuó de forma escrita, llené un formulario que no llevó más de 10 minutos y se lo envié a su correo.

Dos días después me dijeron que había sido seleccionado y que debía proceder a leer mi contrato de trabajo -el mejor que he firmado en toda mi vida- adjunto en su correo. El contrato decía que había sido seleccionado para trabajar como ‘Traductor de Contenidos en Línea’, hablo dos de los 4 idiomas que buscaban y solo necesitaban uno por persona. Hasta ahí, me sentía poderoso. Único. “Por fin ‘el periodista va a servir de algo”, pensaba.

El contrato ofrecía trabajar tres horas al día, alrededor de 15 o 20 a la semana. Cada hora iba a ser pagada con 600RMB, unos 100USD. Al día, yo creía que iba a ganar 1800RMB, 300USD diarios. No me lo podía creer. Los siguientes ítems del contrato eran: un pasaje al año a mí país. Y lo que todo migrante que no es blanco y por ende, ‘no es tan expat’, quiere: “una visa”. La ofrecían allí, en ese contrato.

Para el 12 de marzo escribía en mi diario:

“Ya firmé contrato, he seguido el procedimiento, según sus correos, y el contrato; me van a ‘arreglar’ una greencard, me están ofreciendo un trabajo de 'expat'.

No lo puedo creer todavía.”
Además, me pedían una fotografía con un papel que dijera “For SK Group only” y abajo mi pasaporte.
La respuesta a ese último envío que hice fue que debía incorporarme a ‘mis labores’ a partir del 26 de marzo, pero los correos seguan sin la los correos seguuorio muy pronto; por lo tanto, retomían sin la firma de la otra parte, en este caso; ellos o él. Lo que si tenía en común con el resto de correos, era la hora en que me llegaban a mi bandeja de entrada; nuevamente entre 3 y 6PM.

El mail agregaba que para proceder al enrolamiento con la empresa yo debía seguir con algunos procedimientos previos. Como tramitar un documento de antecedentes criminales con el Chinese Record Bureau (CRB). El mismo correo incluía otro al que debía escribir para solicitar la información.

El Chinese Record Bureau (CRB).

Según los correos de la 'compañía'; Aparentemente hace algunos años el departamento de records policiales se unió a otro departamento y crearon una oficina especial para extranjeros y/o trabajadores online –mi caso según el contrato-.

Leí toda la información y quizá con incertidumbre, envié mi información personal al correo que el mismo responsable de Recursos Humanos de la empresa me daba en su mensaje. Pasaporte, y contrato firmado con la empresa.

Nuevamente, dejé que las cosas pasaran y así pasaron también los días. Pero mi curiosidad, típica o típica intensidad de periodista me dejó sentado en internet buscando información sobre ese lugar. Al inicio me parecía extraño que no existiera información sobre el CRB.

El 19 de marzo decidí buscar personalmente las oficinas que tenían que ver con extranjeros, extranjeras y trabajo. Nadie me daba una referencia del CRB. Por supuesto, costó mucho comunicarme con la gente porque casi nadie hablaba inglés.

Esa misma tarde y después de no tener noticias suyas durante una semana, decidí escribir en Wechat al señor. No me respondió, pero entre las 4 y 6PM, el Chinese Record Bureau, por fin me había respondido.

Decían que recibieron mi información y que desde ese momento habían iniciado una investigación sobre mis antecedentes en China y en mi país.

Además agregaron que habían solicitado a la Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras información sobre mí. Y que ya se estaba realizando en Honduras el trámite de mis antecedentes penales y policiales. Pronto recibirían esa información, señalaban.

En fin, el correo decía muchas cosas que parecen muy serias cuando las describo, pero este mismo, también pedía amablemente que para finalizar el procedimiento, yo tenía que hacer un depósito de 5000RMB, unos 900USD, a este correo y sus respectivos datos:
El pago podía ser por transferencia bancaria, por cajero automático o pago en línea, ‘como yo quisiera’. También especifican que unas horas después de hacer el pago yo debía notificar a mi empleador que ya había pagado.

Y firmaba ‘Wong Fei-Hung’, Finance Director of Chinese Bureaud Headquarters.

No es que yo sea muy intenso, pero todas las experiencias que conocí de extranjeros trabajando en China, no habían gastado tal cantidad de dinero de esa forma, no de una vez al menos. Todo lo habían hecho sus empresas y en este caso, yo ni siquiera conocía el nombre de la persona con la que me relacionaba.

Además, cuando busqué en internet el nombre de 'Wong Fei-Hung', encontré que es el nombre de un artista cantones el siglo pasado y hacía 'maromas' de karate, kung fu y esas disciplinas. Fue inspiración de Bruce Lee y de Jackie Chan para que siguieran ese género en el cine.
Jacky Chan, en la Plaza de las Estrellas en Hong Kong.

Luego, volví a leer el correo de mis ‘empleadores’. Me pareció curioso que usaran la misma tipografía, o el mismo tipo de letra y en mayúsculas para titular los correos.

No es que no esté bien, es su estilo, pero no me pareció confiable y respondieron el mismo día que les dije que iba a buscar sus oficinas.

Decidí no responder a ninguno de los dos. El martes al medio día, el señor de RH me escribió preguntándome cómo estaba, le dije: “Estoy bien, ellos ya me respondieron", y él agregó: "El Chinese Record Bureau?, si es si, terminaste el proceso con ellos?".

Yo tenía ganas de saber hasta dónde iba a llegar eso, o sí realmente era una estafa, aunque no podía ser más iluso. Cerré la conversación con un frío: "No.", nunca más volvió a escribir ni a preguntar nada.

A lo mejor y el trabajo era real, a lo mejor aquí están acostumbrados a que las cosas sean así. Pero yo, que vengo de un país donde desconfiamos casi de todo -lamentablemente- y donde las experiencias de extorsión nos han enseñado a tener cuidado; desconfié.

No estaba desesperado por tener un trabajo en China, pero en la calle si he visto a personas que seguramente caerían o ya han caído en engaños de este tipo. También estoy seguro que hay muchas personas que están buscando migrantes de países como del que vengo yo, o de África, o de Asia del Sur. De países donde no se nos llama ‘Expats’, sino migrantes, mojados, exiliados o refugiados para engañarnos.

Continuará…


Pd: este lo debía, ;)




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